25 años juntos

Como lo prometido es deuda, os voy a comentar cómo ha sido las bodas de plata de mis papis.
Para empezar, no pudieron escoger mejor escenario y la Capilla de Los Marineros (la de la Esperanza de Triana) vio cómo Antonio y Ana María se volvían a dar el sí quiero delante de toda la familia y los amigos más cercanos. Llegaron a la capilla juntos en el Mercedes de mi madre y Curro fue su Chófer. Como nos encontrábamos el pasado sábado con el comienzo de Velá de Santa Ana, calle San Jacinto, Altozano y Pureza estaban cortadas. Y a mi padre no se le ocurre otra que decirle a los locales que se iban a casar por primera vez, que se conocieron en el programa de Juan y Medio (jajaja) y los dejaron pasar...
Ya en la capilla el tamborilero de la Hermandad del Rocío de Triana les tocó la salve como marcha de entrada. Yo leí una monoción de presentación de el porqué nos habíamos reunidos. Hice que más de una llorara con lo que escribí y es más no podía yo ni leer, no por vergüenza sino por la emoción que sentí al verme en el altar dedicándole las palabras a unos padres maravillosos.
Se intercambiaron los anillos y mientras el cura preparaba la comunión mi suegro, para sorpresa de mis padres, empezó a cantar el Ave María y en el momento de la comunión otro canto. Al terminar, todos empezamos a hacernos fotos y claro tanto los novios como la madrina (yo) y el padrino (el ahijado de mis padres, mi primo) salimos en todas. A la salida nos tiraron pétalos de flores. Y de aquí al convite, que se celebró en el jardín de mi casa. Las mesas estaban preparadas porque el catering funcionó a la perfección . A la entrada de mis padres sonó la marcha nupcial. Pero lo mejor vino cuando empezó el baile, cuando mi tío y un amigo de mi padre lo empujaron a la piscina vestido con el traje, pero es que detrás de él cayeron todos. jajaja. Pero las sorpresas no terminaron y es que gracias a la colaboración de mis tíos, abuela, primos, mi hermana, curro y yo, pudimos regalarle a mis padres su luna de miel. Así que ahora se encuentran en Agua Dulce disfrutando una semana completa con todos los gastos pagados y para más inri, mis tíos con los que mejores se llevan les han acompañado.
En fin, fue una noche magnifica y sobre todo me encantó el ver como mis padres volvían a prometerse amor eterno. Una experiencia como ésta es muy bonita el que la vivan los hijos. Aaaa que se me olvidaba, que yo no cogí el ramo cuando lo lanzó mi madre. Lo cogió mi hermana (pero es que hubo chanchú jajaja). Cúal será la siguiente.....